Clarice Lispector, escritora de estilo nómade
Hablar de la obra de Clarice Lispector con asertos es extremadamente difícil porque resulta una escritora inclasificable. Esto, lejos de ser un demérito, es por el contrario una de las gran virtudes de esta brasileña nacida en Ucrania el 10 de diciembre de 1920 y trasplantada a los 2 años a Sudamérica. En vida, pero mucho más después de su muerte en Río de Janeiro, el 9 de diciembre de 1977, ella pasó a ser uno de los escritores más importantes de Latinoamérica y su influencia actual es inmensa.
Lispector solía decir que su estilo literario pertenecía al “no-estilo”, una pequeña mentira que escondía las huellas del modernismo brasileño y, en especial, de José Monteiro Lobato. Si bien muchos críticos creen que su sello distintivo está en los cuentos, ella compuso novelas que sembraron una legión de seguidores (lectores y escritores), como “La pasión según G.H.” o “La hora de la estrella”. Además de a Lobato, nunca dejó de revisar a los clásicos en lengua portuguesa: Machado de Assis, Rachel de Queiroz, Eça de Queiroz o Jorge Amado. También amaba la literatura rusa, sobre todo Fedor Dostoyevski, quizá por la influencia de su padre.
Apenas perdió a su madre, a los 10 años, Lispector se creó un mundo privado en que la narrativa era primordial. Así fue como envió cuentos al “Diario de Pernambuco”, su pueblo, pero el editor los rechazó asustado porque describían sensaciones que superaban la media de la niñez. Cuando comenzó a publicar, tuvo un impacto muy fuerte sobre la crítica brasileña. Con sólo 21 años, apareció “Cerca del corazón salvaje”, que había escrito a los 19, y recibió el premio “Graça Aranha” a la mejor novela publicada en 1943.
Su carrera conoció entonces un paréntesis ya que, mientras estudiaba derecho, conoció al diplomático Maury Gurgel Valente, con quien se casó y viajó por el mundo: Nápoles, Berna, Londres, Washington D.C., París y su profunda nostalgia por Río de Janeiro fueron parte de su literatura. Aun lejos, se las arregló para publica su segunda novela “O lustre”.
En 1954, se tradujo “Cerca del corazón salvaje” al francés, con un cuadro de Henri Matisse en la portada, y su éxito fue arrollador. Cinco años más tarde, se separó y regresó a Río y a la actividad periodística con el fin de independizarse. Paralelamente, se editaron sus libros de cuento y novelas con críticas muy elogiosas, pero sin éxito de ventas. De esa época son “Lazos de familia” y “La manzana en la oscuridad”, que tendría años después una versión teatral. Recién en 1963 apareció la que está considerada su mejor novela, “La pasión según G.H.”.
En las décadas del ’60 y el ’70, Lispector publicó varios libros infantiles y adaptaciones de obras, e impartió con gran éxito conferencias en universidades de Brasil. Esto fue después de un accidente que marcó su vida: el incendio, en 1966, de su casa, donde sufrió profundas heridas y perdió la movilidad de una mano. En 1977, luego de la aparición de su última novela “La hora de la estrella”, murió de cáncer.
